viernes, 15 de marzo de 2013

MIRADA



Siento mi sexo palpitar cada que camino cerca tuyo, en realidad quise decir que siento el corazón latiendo de una forma incontrolable cada que voy a tu lado.
Suena más bonito decir que me cortas la respiración con tan solo verte, en realidad lo que oculto es que me cortas la respiración porque te imagino desnuda, húmeda, esperándome.

Sobre todo cuando vas de color negro, con el cabello suelto sobre los hombros delgados de tu cuerpo, así me gustas. Cuando andas por la vida con el cabello alborotado, rebelde, libre. Y mostrando el escote de unos senos perfectos, que van a juego con lo que llevas puesto.
Y entonces me penetras con tus profundos ojos oscuros, y llenas de gamas mis asombros, es justo cuando comienzo a paralizarme, a desprenderme de mi cuerpo para ir a besarte, rozando mis labios con tu cuello, bajando lentamente hasta lamer tus senos, morderlos, jugar con ellos. Acariciar con mis manos tu espalda desnuda, rasguñarla, hacerte daño y hacerte gemir porque no lo toleras, no soportas perder el control de esa manera, te es inevitable.  Entonces te volteo agresivamente hacia mi, y te beso apasionadamente, me muerdes, porque sabes que me descontrolo cuando lo haces. Desabrocho tu pantalón y siento tu humedad, es momento de sumergirme en ella, de mover mis dedos en dirección al desconsuelo, a la lluvia.
Y cuando me sientes hundes tus dientes en mi hombro, te jalo del cabello porque necesito que entiendas que soy yo quien manda, te beso el cuello, lo muerdo, sudas, cierras los ojos y gimes, entonces te cubro la boca para que no grites, no pienso darte ese placer, prefiero que me muerdas, ese si es mi placer. Tú no cuentas.
Has llenado todo con tu mar, con tu sal, el aroma te pertenece, pero fui yo quien lo ha causado, eres mía, esto es mío. Ahora me retiro, te dejo con todos los relieves de tu hastío, con la indiferencia de quien no quiere más que saciar sus instintos. Porque para eso, es para lo único que me sirves.

Y todo eso sucede en mi mente cada que me miras. Todo sucede progresivamente en mi cabeza de una forma incontrolable, en un segundo, porque definitivamente tus miradas nunca son tan largas, aunque a veces cuando lo son, imagínate lo que pasa.


Airy Minor

No hay comentarios:

Publicar un comentario