jueves, 28 de junio de 2012

¿Cuándo?

¿Cuando será el día en que me enrede entre tus brazos?
¿En qué momento tendré la dicha
de probar tus ansiosos labios?
Han pasado los años,
el tiempo imperdonable te regresa a mi lado,
y entonces sonrío,
porque a pesar de la distancia y el tiempo
no te olvido.
Te has quedado dentro mio,
con un recuerdo fugaz y vivaz de algo no sucedido,
de una experiencia y un sobrenombre
que inventamos una noche
una historia donde siempre imaginamos un final feliz
y sin embargo nunca nos atrevimos a vivir,
así te llevo conmigo,
por encima de un cielo pintado con tus dulces caricias.

Y tu mirada tan cristalina,
cierro los ojos y puedo sentir el nervio que me provocabas
cada que te acercabas,
y yo temblaba.

Y tú sonreías,
con esa sonrisa pícara,
que me estremecía.

¿Cuándo será el día,
cuándo tendré esa dicha?
Cuánto tiempo más vamos a posponer la historia,
o quizá sólo quedará en fantasía,
en el recuerdo de una noche que cambio tu vida.
Una película.
Y los versos que aún provocas, cada que me escribes,
cada que te haces presente de muchas formas incoherentes.

¡Como te quiero!
Y como te extraño,
extraño esas caricias casuales pero siempre provocadas,
y esos abrazos interminables.
Y que me dejes sin habla.

Pues cada que tú estás cerca, las palabras me fallan.
Todo y nada,
¿Cuándo será el día?
¿Cuándo volveré a verte?
¿Cuándo nos dejarás realmente suceder?

Sí, estás palabras son para ti,
ya no estás dormida, has despertado
y yo sigo aquí, escribiendo para ti.

Para Tori y su sueño que me alegro el día
Te Adoro con el alma mía.


Poetax

viernes, 22 de junio de 2012

Vuelve a mi mente su vago recuerdo,
en las noches me persigue,
incluyéndose en mis sueños.
No lo tolero, me despierto,
dejo que el insomnio se apodere de mi cuerpo,
y usted sigue en mi pensamiento.

¿Cómo se atreve a causarme tantos desvelos?
En que momento dejé que su mirada
me persiguiera aún cerrando los ojos.
Debo decirle que es usted malvada,
me deja entre la soledad y la daga,
una huella envenenada, masoquista, su mirada.

Le nombro con los labios adormecidos, anhelantes,
exhalando el aire en un suspiro,
causa es usted, es un peligro,
me adolece el escribirle, y saber que usted no me ha leído.

Váyase ya mismo con sus encantos,
con su dulzura aparente,
embriaga a mi mente, con miradas no inocentes.

Y déjeme sufrirle, soñarle, amarle,
en el silencio, en la oscuridad misma es usted alegría,
amanecer constante de un sentimiento siempre renaciente.

Déjeme aprisionarle en las letras que le escribo,
pero léame, que al menos ese se vuelva un vicio.
El secreto de que al menos escribirle, me está permitido.




A.

Ella. Aquella.

Ella se deja amar, a veces se deja amar de más,
absorbe a sus víctimas con sus encantadores ojos negros,
mueve emociones, con su ternura desmedida,
alborota el erotismo con un roce de sus dedos delgados.

Ella se deja amar, porque sabe lo que causa,
porque le gusta ese juego de poder, en el que se dice ir perdiendo,
pero en el fondo sabe que tiene el control,
que su víctima se maneja a su antojo,
porque le ha sedado con palabras de calidez,
porque le ha sujetado la mirada con una intensidad exquisita.

Ella se deja amar, se deja desear por diferentes personalidades,
se deja soñar y ser causa de infinitas debilidades,
ella sabe perfectamente lo que causa con una mirada,
sabe que provoca con esos labios insaciables,
ella sabe que su deseo escondido, no consumado transpira por todo su ser.

Ella sabe que cuando camina, deja un dejo de tristeza a quien la mira,
ella sabe que domina, que a pesar de sus debilidades y miedos,
pocos pueden invadirla.

Ella sabe lo que le causa agonía, y no permite que alguien quiera ayudarla,
porque sabe que si alguien se vuelve indispensable, entonces su seducción
será en su contra...

Ella sabe lo que causa, ella sabe que le escribo,
ella sabe que a pesar de su belleza, no es eso lo que me atormenta,
ella sabe que sigue siendo ella, a pesar de mis aventuras, y de mil formas
de no cometerla.

Ella sabe que aquí se le añora, sabe que con el alma me tiene en sus garras,
ella sabe que basta una palabra, y sabe que mirada usar para desarmar.

Ella sabe, que penetro mi frialdad, ella sabe que aún no se me pasa,
ella sabe que le escribo, ella sabe lo que causa, pero no sabe detenerlo,
porque ha sido mal educada, porque en el arte del amor, no ha sido bien compensada,
porque el tiempo y la vida, la han vuelto conformista,
porque no sabe dejar ir, porque aún tiene miedo de vivir,
ella sabe que no puede permitirse dejarse ir,
porque le tiene miedo a lo incierto, a la soledad.

Ella sabe que aquí siempre se le escucha, con atención, paciencia y calma,
sin pretensión, sin dobles caras.

Ella sabe que a pesar de sentir o no lo que siento, aquí se le respetará.
Pero también ella sabe, que algún día, todo se terminara.

sábado, 16 de junio de 2012

Te leo, te sacudo de formas inevitables,
entre cuentos de hadas con los que sueñas,
es impresionante, no ser yo a quien tú anhelas.

Te leo, no comprendo, 
todas las formas estúpidas de tus letras, 
las coloreo, para ver si algo mejora,
pero siguen estando vacías, 
pero sin duda alguna más coloridas.

Te leo, miro tus letras y no encuentro nada,
tan solo palabras, que quizá si estuvieran
de manera diferente acomodadas, me dejarías sin armas.
Pero no es así, eres misterio,
enigma, te escondes y te hago fantasía.

Lo peor es que me dominas, 
y ni siquiera lo sabes, no te das cuenta,
no te imaginas que envuelvo mis sentimientos
de manera en que no te cometan, 
pero es tarde, 
la lluvia cae, la música me atrapa,
todo son notas diferentes, 
los golpecitos del agua en mi ventana
parecen pronunciar tu nombre.

Tu nombre. Tan imbécil.
Incluso tu voz decadente llega a mis orgasmos,
que son nulos, pero siempre latentes.

Pero ahí te encuentras, activa,
como si el tiempo no pasará
y no te quedarás en mi mente volviéndote polvo,
para barrerte, arrebatarte de mis ansias como
si fueras un vil juguete.

Nube pasajera y nublada,
pero que no llueve, 
así te defino, de mil formas que no distingo.
Hoy eres misterio, mañana alguna letra tuya me
envuelve en fantasía,
siempre cambiante, siempre ausente,
siempre estando presente
aunque tú, ni lo imaginas.


Airy Minor.


viernes, 15 de junio de 2012

jueves, 7 de junio de 2012

Mantengo en la mente intacto tu recuerdo
cierro los ojos y puedo verlo,
tus facciones, tus ojos, tus labios que no beso.

Tus manías que encuentro en otros cuerpos,
te idolatro, te bendigo, te maldigo,
eres la tempestad, mi delirio,
ese castigo cruel y despiadado del que sigo disfrutando.

Cierro los ojos para perderme en tu mirada profunda,
esos ojos oscuros que calcinan mis esperanzas
y al mismo tiempo me dan armas.

Sigue pasando el tiempo
y tú no te vas con él,
me sigo aferrando a ti,
aunque no te pueda tener.

Ya no sé si es capricho
o eso que llaman amor,
sólo sé que basta con cerrar los ojos
para sentirte aquí,
susurrando, ansiando, extrañando, suspirando...

Puedo no hablarte,
pero siempre pienso en ti.
Puedes marcharte y sin embargo, seguirás en mi...
.
.
.

Airy Minor.

viernes, 1 de junio de 2012

Entiende que quiero sentir tu cuerpo,
que me dejes sin aliento,
con los labios ardiendo,
que me enciendas este fuego.

Entiende que necesito que me desarmes,
que esta complicidad ya fragüe
no me bastan las sonrisas,
quiero más que simples caricias.
Te quiero,
quieras o no, lo siento.

Por que eres de esas veces que se cometen
aún sin tu presencia.
Qué ironica es la vida,
que sigas siendo mi dolencia.

Espera, no dejes marchitar el sentimiento
porque la verdad es que no me estoy entendiendo
a la orilla de tus caricias,
se encuentran mis desdichas,
vaya desconsuelo,
no quiero, no puedo.

.
.
.
No sé, le espero.

Airy Minor.