domingo, 15 de abril de 2012

La que viene del mar.

Antes eras sonrisa, suspiro, anhelo prohibido
te conviertes en íronia, en risa no entendida.
Deberías de leerme, de encontrarte en estas
letras no dirigidas.
¡Reírias! Y por qué no quizá huirías,
entendido está en que eres buena en el arte del
escapismo...y uno, sometido.
Infame, vuelves y desapareces,
encadenas mi delirio a un terrible amor no correspondido.
Abandonándome, suele amanecer y ya no te sé,
ni siquiera en las noches en donde musa habrías de ser.
Nosotras, esa palabra tan insulsa que nunca existió,
que ni siquiera cuando algún título importó.
Antes eras musa, sirena, sonrisa, espada. Princesa.

Está noche no queda nada, más que tu nombre en mis letras
que no son cenizas, ni fuego, ni súplica, ni espera,
esta noche eres aquella, esa, la desconocida que invadió mis letras.
Está noche todo, hasta tu ausencia.

Airy Minor.

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