viernes, 15 de febrero de 2013

Sin sentido.

Porque al final te escribo en la ausencia de tu cuerpo,
dentro de la inagotable imaginación que me hace quererte
ojalá fueras solamente una fantasía mía,
de ese modo yo misma te desaparecería.

Pero no lo sos,
eres más real y entera que mis fantasías,
me atrapa tu cínismo cruel,
tu egoísmo y tu ternura que justifico.

¡Cómo te justifico!
Es también una forma de amarte,
de saberte con todas tus penalidades.

Amarte, sin querer cambiarte nada,
más que el destino de los suspiros,
de los besos, de los sueños.

Pero no puedo, es una pena que uno no pueda
hacer más que añorar eso. El deseo.
Es una pena que ande vagando en busca de otros brazos
de otros labios, que llenen tu espacio.
Infame, cruel, inhabitado.


Airy Minor

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