sábado, 2 de julio de 2011

Me fui,
con la esperanza de detener el tiempo
de alargarnos con un beso
con un efímero momento
de loca debilidad.

Me deje ir,
lo conseguí después de alardearte tanto
de presumirte en mis soledades
de gritarte y anhelarte
aún cuando tú imagen
me calcinaba la memoría táctil.

Pasaste de largo,
eres terriblemente encantadora
libre y seductora,
y al mismo tiempo eres fría,
libre y egoísta.

Me fui y ahora soy parte de
mil maneras nuevas de amarte,
en otros cuerpos,
otras cadencias,
en otras soledades...

Mil amantes,
nocturnos, fuertes, eficaces
que me hacen soñar con la locura
que se desborda por debajo de la luna
y al despertar....

Todo pasa,
se llevan tu recuerdo
y juguetean a quererlo...
Luego lo vuelven a botar
en la alacena,
llena de ceral.

Quizá, tan sólo quizá
me dejo ir,
momentaneamente y lo disfruto
y me enloquece,
y luego vuelvo a hacer algo que
también disfruto y me enloquece
que es regresar y aclamarte
adorarte como si fueses una Diosa.

Te idolatro como la perfecta mujer
y te critíco,
Te amo y te odio,
te bendígo, un suspiro,
y tu estando con otros, con otras..
Qué importa!

Yo soy de ti,
y cada noche soy distinta
no puedes tenerme en todas mis formas
en todas mis almas,
en todas mis ganas.

Pero al final me tienes
porque no hay maneras,
no ha llegado el sendero
en el que pueda perderme,
y quizá, cuando lo encuentre..
Aún siga recorriéndote.


P.F
Poetax.

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