jueves, 1 de noviembre de 2012

Tu presencia me provoca caos,
la mente se me enreda en pensamientos perversos,
los sentimientos se me alborotan
en danzas no cotidianas,
el alma se me escapa,
se va justo detrás de tu cadencia.

Tu mirada me aniquila,
palabra tan recurrente en mi poesía,
no interesa la distancia,
ni que tan lejos de mi alma te encuentras
a mi no me callas las palabras,
ni te vas con tus andanzas.

Tu presencia me provoca,
tornado, maremoto, me mojo.
Remolino atravesado, versado.

Tu sola presencia me vuelve loca, otra.
Y me voy dejando en el abismo que es tu silencio,
tu silencio, con el que me castigas todo el tiempo.

Te seguiré escribiendo, 
incluso cuando ya no te mire más,
te seguire manifestando, 
porque tu presencia de mi mente nunca se ha marchado.


Airy Minor


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